Ojo con los Tobillos


Si hay una lesión “popular” entre los corredores de montaña, acostumbrados a correr durante muchos kilómetros por terrenos inestables e irregulares, ese es el esguince de tobillo. Doblarse un tobillo es una acción muy común, tanto que prácticamente ningún corredor se ha librado de esta lesión.

“Y lo decimos con conocimiento de causa ya que en menos de un mes dos componentes de este equipo están en el dique seco por esta lesión”
Es cierto que no se puede evitar acabar dando una mala pisada y sufrir un esguince, pero un tobillo fuerte es capaz de soportar mayores presiones y, con otros ejercicios, incluso ser capaz de reaccionar más rápidamente ante la llegada de un imprevisto, suavizando el alcance de la posible lesión.
Debemos cuidarlos y fortalecerlos pues tras una primera lesión de tobillo la probabilidad de sufrir una segunda aumenta entre un 40% y un 70%.
·     Tobillos fuertes
Fortalecerlos es la mejor forma de prevención que existe. En cualquier plan de entrenamiento, siempre hay una sesión semanal dedicada al fortalecimiento y tonificación general del cuerpo, y ahí es donde debemos trabajar el aumento de fuerza en nuestros tobillos.
·     Tobillos rápidos
Así, no podemos dejar de realizar siempre ejercicios de propiocepción; este sistema es el que se encarga de colocar un pie de forma inconsciente cuando éste se apoya sobre una superficie inestable o cuando se produce un movimiento inesperado, algo de lo más común cuando corremos por un entorno como la montaña, repleto de obstáculos, muchos de ellos inesperados e incluso ocultos.

La palabra propiocepción deriva de sus raíces “propio-”, que significa de uno mismo; y “-cepción”, que significa consciencia. Es decir, la consciencia de la propia postura corporal con respecto al medio que nos rodea.
En general, los ejercicios de propiocepción se basan el en trabajo sobre superficies inestables, lo que obliga al cuerpo a equilibrarse, de forma que se vaya mejorando su respuesta ante la posibilidad de encontrarse con una situación inesperada. Cuanto más desarrollado esté el sistema propioceptivo, mejor y más rápida será la respuesta de nuestro cuerpo, minimizando los problemas derivados de un movimiento inesperado. En pocas palabras, el trabajo de propiocepción nos ayudará a prevenir lesiones en el tobillo.
Otros cuidados
También hay otras maneras de cuidar los tobillos; nunca debemos olvidar dedicar algunos minutos de nuestro calentamiento al movimiento articular, para que todos los tejidos que entran en juego estén preparados para el ejercicio físico. Gira ambos tobillos en las dos direcciones durante al menos medio minuto para asegurarte de evitar problemas.
Os dejamos diversos enlaces de videos y ejercicos  para fortalecer los tobillos:

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