EL CORE, ¿porqué y cómo trabajarlo?

   Los principales beneficios de fortalecer los músculos del core son:
  • Te dan estabilidad: los músculos del core, proveen a nuestro cuerpo de la contención y estabilidad que necesitamos para poder movernos sin dañarnos y proporcionan el equilibrio necesario cuando corremos.
  • Mejoran tu forma, economía y eficiencia al correr: la mayor estabilidad que brinda un core fortalecido, nos permite mejorar nuestra forma al correr y nos da mayor economía y eficiencia al correr; evitando los balanceos que puede generar un core debilitado.
  • Ayudan a fatigarte menos: al evitar el trabajo innecesario de otros grupos musculares, tenemos un menor gasto energético y eso ayuda a que podamos correr mas tiempo sin fatigarnos.
  • Reducen los dolores de espalda baja: el conjunto de músculos que conforman el core, le dan a nuestra espalda la contención necesaria para que con cada impacto que nuestro cuerpo sufre con cada zancada, nuestra espalda baja no la sufra.
     Y ahora muchos de nosotros nos preguntamos: ¿que músculos forman el CORE?

  • Abdominales: uno de los mas músculos más conocidos, pretendidos por muchísimas personas e incluidos en la mayoría de los programas de entrenamiento.
  • Cadera:  uno de los grupos musculares olvidados por la mayoría corredores, los músculos de la articulación de la cadera son claves para permitir el movimiento en la cadera cuando corremos. 
  • Espalda baja: los músculos de la espalda baja, son otros de los olvidados; y la gran mayoría de corredores  se enteran de su importancia al momento de comenzar a sufrir molestias.
 Por ultimo vamos a hablar de como trabajarlo mediante los ejercicios de abdominales hipopresivos. Ejercicios son cada vez más populares entre los corredores, por sus grandes beneficios para la salud, el hecho de poder hacerlos en cualquier lugar y momento.
   
  Hay varias posturas para hacer hipopresivos: de pie, sentados, manteniendo la columna estirada e incluso tumbados en el suelo boca arriba. La mecánica siempre es la misma: después de conseguir la postura adecuada el objetivo es:



  • respirar de forma relajada, soltando todo el aire mientras vaciamos los pulmones
  • bloquear la entrada de aire a los mismos (apnea), dejando que las costillas se abran
  • y meter literalmente el vientre hacia adentro.
  • Aguantamos esa postura unos segundos y volvemos a repetir.

  Basta con realizar pequeñas sesiones de entre 15 y 20 minutos diarios, o bien podemos dedicar una sesión específica completa. Con un abdomen más fuerte mejoraremos nuestra postura corporal y optimizaremos nuestra eficiencia en carrera.

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